18.9.08

18.09.08

Deliberadamente sometidos al tiempo, crecemos, vivimos.

Nació durante el noveno mes en una atmósfera infernal y legendaria, un lugar perteneciente al ombligo de la luna. Y como siempre un primer aliento llamó a la muerte. Cuando abrió los ojos la tierra se estremeció, inevitablemente, todo su alrededor tembló. Era el año de mil novecientos ochenta y cinco. Hoy vive viajando ( malviajando ...)